¿Qué son los derivados financieros? ¿Merece la pena operarlos? ¿Cómo hacerlo?
Esas y otras cuestiones vamos a ver en esta guía sobre unos instrumentos tan importantes en las finanzas mundiales.
Las finanzas son partes de la vida cotidiana, cada persona maneja diariamente sus finanzas personales tenga conocimiento en ello o no.
El manejo adecuado de las finanzas es un punto fundamental para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas y su superación personal, por lo que debería ser un tópico ampliamente abordado.
Sin embargo, la mayoría de las personas carecen de educación financiera y no poseen las habilidades para utilizar las herramientas financieras a su disposición.
Las herramientas financieras son todos aquellos procesos que estructuran el mundo de las finanzas modernas y determinan su movimiento, las mismas son utilizables a gran o menor escala y gracias al desarrollo económico y tecnológico se han ido adaptando cada vez más para abarcar diversas áreas y ser accesibles a más personas.
Los procesos financieros de la época contemporánea son globales y han pasado a través de varias etapas permitiendo un cada vez mayor grado de democratización de los mismos.
Dentro de estas herramientas, uno de los recursos más esenciales que a pesar de encontrar su origen en épocas antiguas ha evolucionado con los tiempos, son los derivados financieros. Se puede decir que el sistema financiero actual se maneja en una estrecha relación de interdependencia con los derivados financieros, ya que son tan útiles y adaptables como necesarios.
¿Qué son los derivados financieros?
Los derivados financieros son herramientas financieras con valores definidos a partir de los activos que representan. Los derivados financieros son tipos de negociaciones en base a activos, en sí mismos constituyen activos también, pero no se ven reflejados en bienes físicos sino en forma de contratos cuyo valor depende del valor del activo de facto sobre el que se realiza la negociación, el cual adquiere el nombre de activo subyacente.
Las operaciones con derivados financieros son de muchos tipos, pero esencialmente se basan en la especulación de los valores de ciertos activos en un tiempo determinado. Esto convierte al valor del derivado dependiente no solo del valor del activo en el momento de realizado el contrato o negociación, sino de los diversos factores que intervienen en la determinación del valor del activo.
Al manejarse en un campo principalmente especulativo, se debe tener un conocimiento instrumental de los mismos para utilizarlos, ya que acarrea tanto ganancias como pérdidas. No obstante, la forma de uso varía significativamente según el tipo de derivado y el objetivo que se tenga para emplearlo. Así como se utiliza con fines especulativos, otra forma ampliamente adoptada por inversores y empresarios es a modo de cobertura para prevenir pérdidas ya sea en la producción de un determinado activo o en la misma especulación con este, tomando una posición contraria.
Para utilizar los derivados financieros no es necesario estudiar economía o ser un profesional en el área, pero sí requiere un conocimiento técnico de las dinámicas aplicadas y del funcionamiento del mercado a incurrir, especialmente la familiarización con los distintos términos y conceptos. Los derivados financieros son actualmente instrumentos accesibles para la persona común, con inmensas facilidades para operar con los mismos, sus bondades hábilmente explotadas por las posibilidades de conexión tecnológica.
Origen de los derivados financieros
Desde el primer momento en la historia que una persona acuerda el precio a pagar a futuro de un bien con otra, existen los derivados financieros, antiguamente utilizados con frecuencia para proteger los ingresos de los agricultores sobre el precio de las cosechas. De esta forma se pueden rastrear los derivados financieros hasta muy atrás en la historia, pero para identificar los orígenes de los mercados de derivados financieros modernos hay que remontarse al siglo XIV.
En 1537, Carlos V llevó a cabo una serie de legislaciones en materia financiera que permitió un mayor auge de la utilización de derivados financieros. En 1630 el mercado de tulipanes en Holanda operaba con contratos a futuro, lamentablemente el sistema colapsó debido a la especulación, No fue sino hasta 1730 que se instauró el primer mercado a futuros regulado, teniendo lugar en Dojima, Japón.
Los mercados agrícolas, debido a la volatilidad de las cosechas fueron los que impulsaron los derivados financieros, desde los acuerdos rurales en la antigüedad hasta el sistema japonés que era destinado para el mercado del arroz, los futuros eran una forma de asegurar el sector agrícola. Por ello no es sorpresa cuando en 1800 aparecen los contratos a plazo obedeciendo a la misma finalidad.Fue hasta 1859 que se promulga una ley en Illinois para crear el Chicago Board of Trade, actualmente conocido como CME que pasaría a ser la bolsa más importante del mundo y a definir muchos de los modos de operación moderna de los derivados financieros.
Luego de una serie de actividades financieras en el desarrollo del uso de los derivados a partir de 1848, en 1969 se procede a hacer el primer contrato sobre un producto no agrícola, la plata. A partir de allí se toma una expansión en los tipos de activos con los que se operan los derivados financieros, especialmente en la década de 1970 extendiendo los contratos sobre divisas y tipos de interés.
En 1982 se da el primer contrato con índices bursátil, lo que se convertiría en la base del vehículo de inversión con derivados financieros. Los índices bursátiles son valores referenciales determinados a través de la ponderación o capitalización de aquello que compone el índice. Estos índices tienen grandes ventajas para determinar las fluctuaciones de mercado y su rentabilidad, por lo que es sumamente beneficioso en el campo de las operaciones especulativas.
A partir de las innovaciones tecnológicas, los procesos de digitalización financiera abrieron una serie de posibilidades globalizadas para operar con los derivados financieros. Por lo que a partir de la década del 2000 se ha experimentado un crecimiento vertiginoso en la misma y cambios que seguirán en los años venideros.
Características de los derivados financieros
A pesar de existir diversos tipos de derivados financieros e incluso distintas formas de diferenciarlos, la mayoría comparten características unitarias que los definen. Esto se debe a que los derivados financieros, aunque cambien entre sí en diversos aspectos, comparten de base el mismo principio, ser productos financieros derivados de activos subyacentes. Sus principales características son las siguientes.
- Su valor depende del activo subyacente: Los derivados financieros son representaciones de los activos subyacentes a los que están ligados. Su relación simbiótica vuelve completamente dependiente al derivado del valor real de mercado del activo que le subyace.
- Son contratos: La forma del instrumento en el cual se presentan los derivados es como contratos. Dependiendo del tipo de derivado estos presentan variaciones pero los mismos siempre establecen fechas determinadas para su culminación, periodo en el que se deben cumplir las condiciones y obligaciones, los mismos también presentan un precio estipulado del activo subyacente.
- Pueden operar con apalancamiento: El apalancamiento es la concesión de créditos requiriendo solo un pequeño porcentaje de la inversión total de parte del inversionista. El apalancamiento tiene la ventaja de permitirle al pequeño inversionista crecer, pero también le expone a riesgos mayores.
- Protegen a los clientes: Esta característica corresponde principalmente a la aplicación de derivados para fines de cobertura, comúnmente utilizada por empresarios para proteger el valor de sus activos.
- Operan con diversidad de activos: Inicialmente los derivados se limitaban a operar con el mercado agrícola. No obstante, a partir de la década de los 70 hubo una ampliación en los activos que se ha mantenido. Actualmente se opera con divisas, criptomonedas, acciones y materia prima.
- Se cotizan en mercados bursátiles o extrabursátiles: Esto quiere decir que las operaciones a través de la bolsa, la cual cuenta con una serie de regulaciones, o en el mercado paralelo desregulado conocido como “OTC” donde el contrato es a medida de las dos partes.
Cabe destacar que la negociaciones con derivados financieros estandarizados se da por parte de tres agentes, el comprador, el vendedor y el mediador, este último es el que ejerce de puente entre el comprador y el vendedor, en muchas ocasiones también es quien proporciona el apalancamiento. La presencia y obligaciones del mediador dependerán de la naturaleza de la operación y el medio de ejecución, como la plataforma y tipo de derivado.
Usos de los mercados financieros
Los mercados financieros son el medio por el cual las personas realizan operaciones con derivados financieros. Las mismas tienen diversas finalidades y la expectativa general es conseguir la rentabilidad de la operación. Los mercados determinan los valores de los activos y en el caso de los derivados, cuyo valor depende del activo, ocurre una interesante retroalimentación a gran escala dada por la especulación y el sentimiento de mercado.
Dentro de los principales actores que operan con derivados se encuentran los inversionistas, los traders, los empresarios, bancos, y fondos de cobertura, cada cual con sus fines y expectativas específicas. Los derivados responden a una serie de intereses según la ejecución de los agentes y de esto también dependerá el tipo de medio para operar con estos, si se hace en el mercado bursátil o extrabursátil. Entre los usos que orientan las acciones de los agentes se destacan tres, de las cuales cualquier otra finalidad es consecuencia de una de estas.
Cobertura
La posibilidad de sufrir pérdidas al realizar inversiones siempre está presente, cuando estas inversiones son grandes y especialmente riesgosas es común realizar una actividad financiera para reducir estas pérdidas, es allí donde se emplean las coberturas. También conocidas como Hedding, las coberturas consisten en utilizar derivados financieros a modo de “seguro”, la manera en la que se realiza depende enteramente del tipo de activo o inversión que se quiere proteger.
Por ejemplo, si se opera con divisas, compra en dólares y se vende en euros, y se tiene una previsión de la apreciación del dólar respecto al euro, se puede proceder a realizar una cobertura en la que se compran una cantidad determinadas de dólares al valor del momento respecto al euro. Igualmente sobre materias primas se puede acceder a coberturas vendiendo o comprando futuros sobre la producción. Cabe destacar que el funcionamiento eficiente de la cobertura dependerá de la efectividad de la previsión futura del movimiento del mercado.
El siguiente vídeo tiene una buena explicación de cómo se hacen coberturas en futuros:
Especulación
La especulación es la adquisición de un activo con miras a la futura apreciación del mismo para venderlo obteniendo de ganancia la diferencia entre el precio de adquisición y de su posterior venta. La especulación es posible gracias a la constante fluctuación de precios en el mercado. A diferencia de la cobertura, donde la pérdida es mínima de no acertar las previsiones, en el caso de la especulación se puede perder toda la inversión.
La especulación genera numerosas beneficios a niveles de finanzas y economía, ya que los especuladores son los que generan vehículos para la protección de los productores frente a la fluctuación de precios, por ejemplo, un agricultor que produce arroz y prevé que bajaran los precios del arroz la siguiente cosecha busca de protegerse vendiendo futuros sobre su cosecha, quienes compran estos contratos son los especuladores. Así mismo estos aumentan la liquidez de los activos al influir directamente con la oferta y la demanda.
Arbitraje
A diferencia de los anteriores usos, en el arbitraje no hay riesgo ya que se opera con precios establecidos en el momento. Este funciona con la compra y venta de activos al igual que la especulación, con la diferencia fundamental de que el beneficio obtenido no deriva de las fluctuaciones de precio en el tiempo, sino de las fluctuaciones de precio entre mercados para el mismo activo.
Estas diferencias entre mercado se dan por errores en los mismos y a su vez el arbitraje ayuda a regularlos. Entre los diferentes mercados en los que se pueden realizar el arbitraje se encuentran los mercados que se diferencian en su locación o los mercados de diferente tipo, como los de derivados y los de contado.
Los usos de los mercados financieros responden al interés de generar un beneficio económico, con la salvedad de los casos de cobertura cuyo enfoque es hacia la protección de la inversión o activo correspondiente. En todo caso, las operaciones con derivados financieros más allá de los intereses particulares de los agentes tienen efectos colaterales que regulan y estabilizan el mercado.
Tipos de derivados financieros
Para diferenciar los derivados financieros primero se debe establecer en base a qué se va hacer la diferenciación, por el tipo de contrato, por su finalidad, por el tipo de activo subyacente, por el lugar de la negociación o incluso la complejidad del contrato. Todas estas diferencias son válidas para realizar una tipología, pero usualmente se diferencian por el tipo de contrato, ya que esto es lo que determina las obligaciones y derechos de las partes, además de establecer el beneficio obtenido.
Futuros
El tipo de derivado financiero más antiguo, en el cual dos personas realizan un acuerdo para realizar una transacción de compra y venta de un activo (El activo subyacente) en un momento determinado en el futuro. Existen dos posiciones que se pueden tomar respecto a los futuros, la posición larga, cuando se compra un futuro, y la posición corta, cuando se vende. El contrato determina las obligaciones de comprador y vendedor y el valor final del activo al momento estipulado de realizar la transacción.
La obligación del vendedor es vender en la fecha estipulada, y la del comprador, comprarlo. Estas obligaciones deben ser cumplidas en la fecha establecida, pero también se puede hacer con antelación, no como una forma adelantada de culminación del contrato, sino operando en la posición contraria. Por ejemplo, si se tiene una posición corta, comprar, y si se tiene una posición larga, vender.
Los futuros tienen un valor determinado por su activo subyacente, para el comprador del futuro el beneficio reside en un valor superior del activo subyacente al acordado, mientras que para el vendedor es al contrario. De igual modo, las ganancias de quienes se ubican en posición larga y las pérdidas de quienes operan en corto pueden ser ilimitadas, mientras que las ganancias de quienes operan en corto y las pérdidas de quienes operan en largo tienen de tope el valor determinado del activo.
Más información en brokers de futuros y cómo invertir en futuros.
Forward
Los forward son contratos a plazo muy parecidos a los futuros, consiste en la compra y venta del contrato que determina una transacción futura de un activo subyacente. El contrato establece las obligaciones de ambas partes y el monto de la transacción. En su estructura contractual es igual a los futuros, su diferencia principal se da en dónde opera, ya que los Forward se realizan en mercados extrabursátiles (OTC), a diferencia de los futuros que se realizan en la bolsa. Esto hace que los forward no posean intervención entre comprador y vendedor, con las ventajas y desventajas que esto acarrea.
La ventaja principal es la libertad para las partes para estipular las condiciones del contrato, es decir, otorga una flexibilidad para adaptarse a las necesidades de los involucrados que no se obtiene con los futuros. No obstante, la desventaja principal es considerablemente riesgosa, ya que se trata del riesgo crediticio, es decir, que la otra parte incumpla el contrato pues no hay cámara de compensación.
Opciones financieras
Las opciones son instrumentos similares a los futuros, ya que son contratos que estipulan la compra y venta de un activo subyacente a futuro. No obstante, tiene una diferencia significativa, establece en el vendedor la obligación de vender en la fecha determinada, pero el comprador tiene el derecho, mas no la obligación de comprar. Esto hace que las opciones sean ampliamente utilizadas con la finalidad de cobertura.
El comprador de la opción paga una prima por adquirir el derecho de ejecutar su opción, pero le exime de la obligación de hacerlo. Esta prima es independiente del valor a pagar al término del contrato en relación al activo subyacente, la cual se denomina strike, por lo que la prima se paga independientemente se ejecute o no la opción. Hay dos tipos de opciones, opción call, que otorga el derecho de comprar, y opción put, que otorga el derecho de vender.
Ver la guía sobre las opciones financieras.
Swaps
Los swaps o permutaciones financieras son tipos de derivados con finalidad, propósito y ejecución notablemente diferente a los tipos de derivados anteriores. El swap es un contrato que transforma un esquema de pagos en otro de distinta naturaleza. Son pagos monetarios realizados con periodicidad entre las partes involucradas para adecuar pagos periódicos a las necesidades de las partes involucradas, los swaps constituyen 80% del mercado de derivados.
La amplia utilización de swaps se debe a que permite la transformación de flujos de pagos variables a fijos o viceversa dependiendo de la conveniencia de las partes, también por el tipo de swaps de cambio de divisa a través del swap de divisas o el cross currency swap. Existen varios tipos de contratos swap dependiendo el cambio en el formato de pago y si es o no en la misma divisa. Debido a la naturaleza de los contratos, diseñados a conveniencia, este tipo de derivado se opera en mercados OTC.
Warrants
Se puede decir que los warrants son tipos de opciones financieras ya que poseen la misma utilidad. Son un tipo de contrato que permiten comprar un derecho call o put, de compra o de venta sobre un activo subyacente en un tiempo determinado a futuro. Al igual que en las opciones se paga una prima que concede este derecho y de ejercerlo, la otra parte tiene la obligación de cumplir.
La diferencia se asemeja al paralelismo entre los futuros y los forward, ya que en este caso las opciones y los warrants se diferencian esencialmente en el mercado de operación. Mientras las opciones son derivados que operan en bolsa, los warrants lo hacen en el mercado OTC. No obstante, los warrants no pueden ser vendidos por cualquiera sino por un emisor, solo el emisor tiene la posibilidad de vender las opciones de comprar y vender, o warrants.
CFDs
Los contratos por diferencia, denominados CFDs son tipos de contratos de derivados en el cual se intercambia la diferencia resultante de una transacción de compra y venta, al ser un derivado no hay un adquisicion de facto del activo sino el contrato cuyo valor está determinado por el activo subyacente. Los CFDs tienen una distinción fundamental con los futuros más allá de la ganancia por diferencia, y es que el contrato no tiene fecha de expiración, establece los derechos y obligaciones de las partes pero no está abierto hasta que se ejecute.
Los CFDs operan en mercados OTC pero tienen mecanismos para disminuir el riesgo de impago. Liquidan al cierre del día y se ajusta la posición del CFD al precio de cierre y se transfiere el dinero del perdedor al ganador. Este tipo de derivados ha adquirido una gran popularidad y es muy usado por los pequeños inversionistas.
Dentro de los tipos de derivados pueden haber diversos subtipos como en el caso de los swaps, por lo que siempre es conveniente familiarizarse a profundidad con los mismos para conocer todas sus variantes. La decisión sobre qué tipo de derivado utilizar reside en la finalidad y las condiciones previas particulares de cada caso, así como la conveniencia de con qué tipo de activos subyacentes operar o en qué mercado.
Ventajas y desventajas de operar con derivados financieros
Los derivados abren amplias posibilidades para los inversionistas, al no operar directamente con activos y poseer un gran margen de apalancamiento facilita la movilidad del dinero y la factibilidad en la el alcance de rentabilidad en las inversiones a mayor o menor escala. A diferencia de las operaciones comunes de compra y venta de acciones o activos, los derivados permiten realizar procedimientos financieros más complejos para poseer un mayor control en los márgenes de pérdida y ganancia, como ocurre con las coberturas.
La existencia del mercado OTC promueve la democratización de las finanzas, permitiendo que pequeños inversores mejoren significativamente su calidad de vida gracias al empleo de las herramientas financieras a su disposición. Los derivados ayudan en la regulación de las finanzas al intervenir en el mercado y afectar la liquidez de los activos.
Así como poseen grandes ventajas, la operación con derivados conlleva riesgos, el mismo apalancamiento así como es beneficioso puede conllevar a grandes pérdidas de dinero con el que ni siquiera se cuenta, lo cual es una perspectiva aterradora. Para operar con derivados se requiere conocimiento de los mismos por lo que adquirir educación financiera y especializada en el área es necesario, esto podría ser una desventaja dependiendo los intereses y disponibilidad.
Los derivados financieros son herramientas sofisticadas, cada vez se expande más su uso y hay guías simplificadas para acceder y numerosas opciones a la mano y la medida del interesado pero antes de invertir a través de estos mecanismos es importante evaluar todas las opciones y considerar las ventajas y desventajas personales de utilizar estas herramientas. De proceder a ello a medida que se comience a manejar el mercado los beneficios hacen fácil de observar el por qué de la proliferación de este mecanismo financiero.
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¿Cómo operar los derivados financieros?
Bueno, y después de ver todo lo anterior, ¿crees que es buena idea operar estos activos?
Y más interesante aún ¿Cómo operarlos?
Vamos con la primera pregunta:
¿Crees que es buena idea operar los derivados financieros?
Bueno, siendo sinceros, lo cierto es que para la mayoría de los mortales no es buena idea operar estos activos.
¿Por qué?
Pues porque estamos ante unos instrumentos que están entre los más complejos del mundo financiero y eso ya nos debería decir bastante.
Tenemos que entender que estos instrumentos son bastante complejos, pero tienen un problema aún mayor, el cuale es que lo que es realmente complejo es operarlos con éxito.
Sí, cualquier puede hoy en día abrir una cuenta en un broker y ponerse a comprar y vender contratos como opciones financieras, e incluso obtener bastantes operaciones ganadoras importantes.
Lo que pasa es que en el mundo de la operativa financiera llamada trading, estamos en un terreno en el que hay que competir con una cantidad inmensa de rivales que son otros traders, y lo que es peor aún, tenemos que ser capaces de ganar a las “casas de trading”, que son financieramente las equivalentes de las “casas de apuestas” o las “casas de poker” o los casinos. Cualquiera que conozca el mundo de estos negocios de juegos entre diferentes participantes sabe de lo difícil que es construir estrategias ganadoras a largo plazo. Las barreras para conseguirlas son muy grandes. Las principales son.
- Estamos compitiendo con gente muy sofisticada, y puedes estar seguro que en el mundo financiero está la gente más sofisticada del planeta.
- Las “casas de trading”, más conocidas por brokers, tienen que ganar una comisión con esas operativas, pues ponen una infraestructura costosísima para que los operadores puedan negociar esos contratos de derivados.
Ambas razones son de extraordinario peso y son por sí mismas muy difíciles de superar. Para superar las dos a la vez ya tenemos que alcanzar un nivel de pericia muy grande.
¿Significa esto que es imposible ganar en el trading de derivados financieros?
Nada más lejos de la realidad.
Pero que sí que tienes que ser consciente de que la gran mayoría de clientes individuales que participen en los mismos van a perder dinero, y en muchos de esos casos lo perderán todo.
Claro, no te ibas a pensar que algo así iba a ser tan fácil.
Para ganar en estos mercados de derivados se requiere de una experiencia de muchos años, y aquí no valen los atajos como muchos nos hacen creer.
Asímismo es necesario al menos un conocimiento importante de lo que estamos negociando y de todos los parámetros que pueden afectar a esas negociaciones. Tengamos en cuenta que cuando estamos negociando derivados como por ejemplo el futuro del oro, estamos en un entorno extremadamente dinámico y donde pueden afectar muchas cosas, incluyendo la conexión del broker o cosas como anuncios políticos inesperados.
Con conocimiento y con experiencia se puede alcanzar un nivel de operador aceptable, pero aún así faltan otras cosas como tener una psicología adecuada y una especie de talento especial. Siento decirlo, pero no todo el mundo vale para esto. Si tus nervios son débiles; es decir, que los pierdes con facilidad, entonces es casi imposible que puedas triunfar en el trading de derivados a largo plazo.
Así que después de tremenda retahila he de decir que el trading de derivados financieros no debería ser para la mayoría de la gente, que haría mejor en dedicarse a trabajar, buscar una profesión sólida, y si acaso invertir en activos a largo plazo, ya sea una cos au otra.
No obstante, para poder triunfar en la especulación de derivados financieros, hay que empezar, arriesgarse y con toda seguridad perder. Todos perdemos cuando empezamos a operar. Eso es un precio necesario que hay que pagar en este mundillo.
Es decir, que para que haya traders de derivados de éxito tienen que haber muchos que lo intentan, porque como ya dije, la mayoría fracasan en esa tentativa. Lo principal en este sentido es no perder la cabeza, y no jugarse el dinero que no se tiene, ni gastar todos los ahorros. Si se tiene la certeza de que tenemos el talento necesario para llegar a tener éxito operando estos activos, entonces hay que seguir adelante, pero siempre sabiendo que podemos no llegar a conseguirlo nunca y asumiendo esa responsabilidad.
¿Cómo operar los derivados financieros?
Esta es la pregunta del millón y la que todos los alumnos que compran cursos de trading quieren llegar a conocer la respuesta.
Muchos suponen que hay una especie de secreto para ganar en los mercados de derivados y que solo es cuestión de saberla para poder llegar a acariciar las mieles del triunfo. Desde ese punto de vista ese “conocimiento” se puede comprar de manera fácil a alguien que ya lo tiene. Sin embargo, perdonadme que os diga, pero eso no es así. Como dije, no hay un atajo para ganar en los derivados, y buena parte de los que intentan vender esos secretos para llegar a ser trader, son simplemente estafadores.
Ahora bien, ¿Cómo operar los derivados entonces?
En este mundo de los mercados financieros hay innumerables estrategias, tácticas, técnicas y métodos de trading. Con todo la mayoría de estos métodos pueden entrar en unas categorías de operativa más generalistas y que dependen de cosas como la temporalidad de las operaciones, o naturaleza de los activos, entre otras.
Veamos las principales maneras de operar derivados:
1 Day trading de derivados financieros
Sin lugar a dudas, esta es manera más popular de operar estos activos que hay en el mundo con diferencia. Después de todo, es lo que atrae a la mayoría de gente hacia el mismo porque es el anzuelo perfecto para vender el sueño de que se puede “vivir del trading” operando unas horas al día desde el móvil o casa.
Ese era el sueño de muchos, mucho antes de que llegara la pandemia del Covid y obligara a la gente a ir a trabajar desde las cuatro paredes poco a poco. Es decir, que ya no tiene esa ventaja de poder trabajar desde casa que tenía antes con respecto a otros trabajos. Empero sigue manteniendo otras ventajas cruciales como son la de trabajar para uno mismo y hacerlo de una manera que podríamos denonimar creativa, pues para poder ganar en esos mercados de day trading tenemos que aplicar una pericia particular y difícil de medir.
Este day trading requiere de comprar y vender activos en el mismo día y para eso los derivados proporcionan el instrumento perfecto, ya que los mismos se pueden negociar con el uso de apalancamiento o margen. Esto quiere decir que con un balance de “A”, podemos operar “Ax10, Ax20 o Ax30, etcétera”, dependiendo del activo. Este poder de poder comprar por ejemplo 2 Bitcoins con el dinero que vale una, nos da un poderío financiero espectacular.
Como podemos comprender solo el day trading es todo un mundo en el que podríamos perdernos con la cantidad ingente de información que hay sobre el mismo.
¿Merece la pena operar así?
Déjame que te advierta: para la mayoría no.
2 Operativa de medio plazo
Esta manera da un poco más de margen de estudio a los operadores que con ello buscan operaciones más a largo plazo, que pueden ser de días, semanas, meses o incluso algún año.
Evidentemente parece un método en el que el potencial de ganancia es menor que en el caso anterior, y en el que además no vamos a poder usar ese apalancamiento más largo.
Se trata de una manera de operar muy usada por muchos de los mejores especuladores del mundo. Sin duda, más fácil de llegar a comprender y manejar que el day trading, pero para nada creas que es fácil
¿Merece la pena operar así?
Si se llega a dominar, por supuesto que sí. Es más fácil de llegar a hacerlo que con el day trading, pero obviamente no se puede ganar demasiado.
3 Operativa de spread
Este tipo de operativa es la que realizan muchos operadores profesionales que son estudiosos profundos de los mercados y sus vicisitudes más recónditas.
Se tratan de estrategias muy usadas en mercados como los futuros y para ello hay que conocer muy bien el mercado que se está operando. Se trata de buscar contratos de derivados que están “caros” y otros relativamente más “baratos”, para mediante la compra y venta de los mismos formar carteras llamadas de spread. En muchos casos se intenta buscar los contratos del mismo activo que tegan discrepancias importantes en los diferentes vencimientos del contrato. Por ejemplo, el futuro del petróleo de junio del 2021 con respecto al de septiembre del 2022.
¿Merece la pena operar así?
Seguro que sí.
Ahora bien, para aprender esta negociación vas a tener que sudar la gota gorda.
4 Operativa de arbitraje
En este caso se buscan ineficiencias entre diferentes contratos de diferentes activos o de intercambios de derivados. Sería algo parecido a lo que buscaban los apostadores profesionales al intentar encontrar ineficiencias del precio de una casa de apuestas a otra para, de esa manera, intentar encontrar “apuestas seguras”. Por supuesto, que en aplicar esto en el trading es complicado.
¿Merece la pena aplicar esta estrategia?
Creo que solo si eres profesional.
5 Operativa de cobertura
Con esta estrategia se busca realizar cobertura de operaciones que se tienen en otros mercados al contado. Es un método muy usado por organizaciones y especuladores para cubrir cosas tan diferentes como carteras o los precios de las energías para una empresa particular a un mes dado.
Las variaciones de este tipo de operativa son muchas.
¿Merece la pena usarla?
Sí, pero esto es solo usado por gente con una experiencia notable.
6 Operativa de Market Making
En este caso lo que tenemos es que los operadores se intentan poner en la piel de los brokers y los proveedores de liquidez. Es decir, intenta ganar mediante proveer liquidez al mercado.
Una manera en que los minoristas pueden acercarse a esto es mediante a la venta de opciones financieras. Pero aún así, tienen que soportar costes de comisiones bastante altos, con lo que es mucho más difícil de lo que parece.
Claro está, lo mejor sería convertirse en un market maker pleno, como lo son muchos brokers de CFDs, por ejemplo.
Infórmate de lo que son market makers, dealers y brokers en mi entrada “Qué es un broker”
¿Cuál es la mejor manera de operar derivados financieros?
Todo dependerá de tus recursos, aptitudes, y en definitiva de tu situación personal.
En mi caso lo que mejor me va es la operativa de medio y largo plazo, que podríamos denominar swing, pero para la misma tuve que pasar por un gran recorrido de años con innumerables fallos. Se trata de una operativa que se adapta a mis circunstancias y que me permite operar de manera eficiente. Sin embargo, puede que a otra gente no le vaya bien.
A otros les puede ir mejor la operativa de day trading, o intentar buscar estrategias de spread. Para triunfar en ambos nichos hay que encontrar un método bastante sofisticado y tener unos nervios de acero.
Un punto importante para poder triunfar en el mundillo de los derivados es tener paciencia, pues como con todo, lo más normal es empezar perdiendo, y lo que hace difícil a esto es el hecho de perder dinero. A nadie le gusta eso, ya sabes. Todos quisieramos empezar ganando, pero me temo que la cosa no funciona así.
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